Anteriormente la Hacienda estaba constituida por tres pequeñas Haciendas: La Grande, La Chica y Araujo. Se cuenta que uno de los propietarios heredó a su hija mayor La Grande y a su hija menor La Chica.

Existen construcciones que datan desde 1703, de ahí que consideremos que la Hacienda se estableció en esas fechas.

Para 1760 pertenecía a Don Francisco Vélez de Escalante y en 1778 perteneció al Hospicio de San Jacinto de religiosos Dominicos.

Más tarde la Sra. Doña Manuela Cortazar, 4ª Condesa de la Presa de Jalpa, compró estas haciendas. Contrajo matrimonio con Don José Cervantes y Estanillo, hijo de Don Miguel Cervantes y Velasco quien poseía el Mayorazgo de Urrutia y el título de Marqués de Salvatierra. Dicho personaje firmó el Acta de Independencia de México y fue Capitán de la Guardia del Emperador don Agustín de Iturbide, entre otros cargos.

La hija de dicho matrimonio, Doña Manuela Cervantes y Cortazar se casó con Don Nicolás Campero, Conde de Alcaraz y noveno Marques del Apartado.  

Durante esta época, gran parte de los terrenos de las tres haciendas fueron otorgados a once pueblos como ejidos.

Para 1951, Don Manuel Campero y Cervantes vendió a Don Jesús Rubín Caso, quien vendió en 1991 la fracción del predio correspondiente al casco antiguo de Hacienda la Grande.

Desde entonces la Hacienda se dedicó a la producción de borrego y cebada entre otros emprendimientos.

Actualmente nos encontramos orientando nuestros esfuerzos hacia la regeneración sostenible de nuestras tierras e infraestructura, buscando que año con año los recursos naturales de nuestro entorno se vean fortalecidos por nuestro trabajo, a diferencia de las prácticas de la agricultura extensiva que deterioran los suelos, flora y fauna de manera desmedida.

 

José Ignacio Nuño E.

 

 

 

Bibliografía:

 

- “Recuerdos”, Pedro Anaya,